sábado, 20 de enero de 2007

Anoche, viernes, Ay Valdez (ex Deja-Vu).
Tengo 22 años y ya estoy muy viejo para este lugar. Malditas nuevas generaciones que nos han quitado a mí y a los míos la calle...
Lo peor de todo es que cuando vas envejeciendo, no sé si a modo de consuelo o por convicción auténtica (que tranquilamente puede haber surgido a modo de consuelo) ves cada pérdida como una ganancia en madurez, experiencia o alguna otra palabra vacía. Por ejemplo con esto de la calle y los boliches. Te quieren convencer de que con la edad vos y tus amigos ganan en organización y recursos, que se pueden juntar en una casa y estar hasta cuando quieran, o que ya no sienten esa necesidad adolescente de destruirse por la calle, de andar por ahí tirados riéndose de cualquier cosa y con un futuro absolutamente incierto...

Don't get me wrong, no es que mi futuro me depare certezas por estos días. Pero estoy harto de estos jinetes de la impotencia que nos quieren convencer de que ponernos viejos es progresar. Después de los 18, crecer es como "Casa tomada", de Cortázar. Vas perdiendo habitaciones de tu propio hogar y nunca sabés quién te las quitó ni por qué. Sólo te dicen, o lo que es más trágico, te das cuenta solo, de que algunos lugares ya no te pertenecen.

Anoche, viernes, Ay Valdez (ex Deja-Vu). Gente cuatro años menor, jugando los mismos juegos de encare y ebriedad de siempre. Alguna vez crecerán y verán con sus propios ojos el cliché, porque, como bien lo puso Max Payne, "no es un cliché cuando te está pasando a vos".

2 comentarios:

Sibyl Vane dijo...

Ojalá siguiera existiendo deja vu. Pero no que el tiempo vuelva atrás, porque si tuviera la edad que tenía en ese entonces no lo disfrutaría como lo haría con la edad que tengo hoy.

Pueblo chico infierno grande.

Fenris dijo...

Jajaja es un problema, no? La capacidad para disfrutar las cosas nos llega cuando ya no tenemos posibilidad de volver a tenerlas...
Probablemente de ahí el cliché de que no valorás algo hasta que lo perdés.