miércoles, 11 de abril de 2007

Who will stop the rain?


Uno a uno, todos somos mortales. Juntos somos eternos. Francisco De Quevedo

Venía a contarte lo que ha sido mi vida en las últimas semanas, pero las arterias de luz de la ciudad me atraparon.
Recibí dos visitas de tu fantasma. Los nervios me impidieron actuar con normalidad, y terminamos realizando una torpe parodia de nuestra antigua vida: los mismos vicios y peleas , idénticas mentiras y silencios. Pensándolo bien, puede el fantasma haya sido yo.
Te pediría perdón por la traición que se está gestando, pero es hija de ambos.

Sé que hay una guerra en curso en algún lugar de mi cuerpo, algo que decide mis acciones y mi destino. A mí sólo me cabe esperar el parte con los resultados.

¿Te has dado cuenta de la cantidad de momentos importantes que nos perdemos por estar pensando en ellos? ¿Los amores que pasan caminando a nuestro lado por la calle, buscando nuestra mirada, y no vemos por tenerla fija en el suelo?
¿Has sentido alguna vez, que, como dijo Rimbaud: "La verdadera vida está ausente"? ¿Qué es esta sátira diaria, de dónde sale este guión que actuamos?

No creo en la felicidad ni en la comunicación. Nunca leerás estas palabras, y aún si lo hicieras no sabrías que son para vos.
Pero algo tan trivial como eso no es motivo para dejar de escribirlas.

Aún así, espero tu próxima visita. ¿No era esa una definición de locura? ¿Hacer siempre lo mismo y esperar resultados distintos?
El Dios que escribió nuestros libretos esta muerto desde hace mucho, mucho tiempo. Mientras tanto, el demonio del tiempo corre libre entre nuestras piernas, haciéndonos perder el equilibrio.