lunes, 25 de junio de 2007

Náufrago



No, I will not go.

Que su voz de sirena se estrelle contra mis oídos, como las olas bajo estas tablas lo hacen contra lejanas rompientes de orillas que mis ojos no ven.

El sol hace arder mi piel, la siento resquebrajarse como tierra seca. Áspera bajo mis dedos, repentinamente envejecida bajo el cruel beso de la sal del mar.

En el horizonte me busco, pero sé que estoy solo. Tal vez sea el último hombre sobre esta tierra y tal vez el primero. Siento la agonía del paria y el creador, que a fin de cuentas son una.

Estar arriba o debajo de los hombres da exactamente igual. Lo que nos mata es no ser uno de ellos.

Palpo al aire cargado de fantasmas que trajo su voz de sirena hacia mí. Ella está tan muerta como yo lo estaré en unas horas, mi carne reseca una torpe ofrenda sobre estas tablas, flotando al vacío por toda la eternidad.

Mi mujer, mi fantasma en el aire, pronto estaremos juntos.

I tell myself I will not go, even as I drive there.

2 comentarios:

Sibyl Vane dijo...

Te soy completamente sincera: me gusta el título, pero no la idea de mar.
Estoy tan arraigada a ese río que compartimos que, tan sólo la idea del mar me repele. Incopatibilidad de gustos? habría que estudiarlo.

En fin, me alegra muchísimo ver que publicate despues de un largo tiempo. No hace falta que te diga que quiero que lo hagas más seguido.
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"Si quisieras naufragar..."

Fenris dijo...

Gracias sibyl... la verdad no me había puesto a pensar lo que planteas.
Supongo que quería dar la idea de estar perdido en una inmensidad, y esa idea la percibo en el mar, pero no en el río, demasiado próximo, demasiado cruelmente nuestro. Sería como perdernos en nuestras propias habitaciones, encontrar extrañas a nuestras propias familias.
Bueno, tal vez no sería tan raro después de todo...
Que andes bien.